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Exposición “Dos patrias llevo conmigo” (2/24FEB)
24/02/2023-12:00
GratuitoExposición:
“Dos patrias llevo conmigo”
Los niños de la guerra. De la España de 1937 a la Unión Soviética
Sala de exposiciones de la Casa de Cultura Teodoro Cuesta
Del 2 al 24 de febrero de 2023
Horario de lunes a viernes, mañanas de 12 a 14 h., tardes de 17 a 21 h.
A través de dos guerras
Se denomina indistintamente “Niños de Rusia” o “Niños de la Guerra” al colectivo de evacuados, mayoritariamente niños, que partieron hacia la antigua U.R.S.S. desde los puertos de Gijón, Bilbao o Valencia, entre otros lugares de origen. La evacuación fue el resultado de un acuerdo entre el gobierno de la República Española y el de la U.R.S.S. destinado a proporcionar refugio a los niños durante el desarrollo de la guerra civil. La etapa, cuya duración se estimó en un principio de unos meses, se extendió veinte años, pues la repatriación de la mayor parte del colectivo no tuvo lugar hasta 1956-1957.
Desde 1.937 a 1.941, todos coinciden en el recuerdo de un tiempo feliz, de pedagogía avanzada, durante el que conocen maestros aprendieron la lengua rusa y se adaptaron a su cultura. El pueblo ruso los protegió y acogió con solidaridad.
Maestras y maestros españoles y personal ruso se ocuparon de su educación. Se formaron en ciencias, literatura, arte y música. Crecieron y comenzaron estudios profesionales y universitarios. Pero en 1941 la Alemania nazi invadió la URSS y se rompió de nuevo la paz de los niños.
Sucesivas evacuaciones los llevaron, junto a sus educadores hacia el Este, por el río Volga. Después, hacia Los Montes Urales o hacia el Cáucaso, huyendo de la guerra. Algunos llegaron hasta Siberia y otros padecieron el “Cerco de Leningrado”, un asedio en el que murió más de un millón de personas, cientos de miles en el invierno de 1941-1942.
Con el fin de la 2ª Guerra Mundial, retornaron a Moscú y a otras ciudades de la URSS, reanudando su formación. Muchas mujeres se hicieron ingenieras, médicas y profesoras. Se casaron entre españoles, principalmente, para facilitar el retorno a su tierra. Tuvieron hijos y en 1956 pudieron regresar tras un acuerdo entre el gobierno de España y el de la URSS.
Hoy, un colectivo de hijos, nietos, familiares y colaboradores, protege su memoria y la difunde para su conocimiento.