A principios del siglo XX el concejo de Mieres contaba con una población de 18.265 habitantes, alcanzando su tope demográfico en la década de 1960 llegando a los 70.871 habitantes, una cifra nunca alcanzada por ningún concejo minero, que refleja el gran efecto llamada de la necesidad de mano de obra para la minería y metalurgia. A partir de esa década el proceso se invierte, entrando en una dinámica recesiva que le hace perder más de 25.000 habitantes, llegando en la actualidad a situarse en 38.546 habitantes en el municipio.
Mieres ha experimentado hasta 1960 un crecimiento sostenido y rápido. La necesidad de mano de obra en la actividades extractivas hulleras e industria siderúrgica atrajeron a miles de personas. A partir de la década de 1960 la tendencia presenta una descenso continuado de la población debido a dos factores: el cierre de Fábrica de Mieres y el declive de la minería.
Las cifras más altas de población coinciden con la etapa álgida de la explotación de los pozos mineros y la necesidad de mano de obra, que desde ese tope de la década de los sesenta ha sufrido varios procesos de emigración, con una primera oleada relacionada con el desmantelamiento de su industria y el traslado a Gijón (Fábrica de Mieres, años 70); una segunda oleada, entre 1981-1991, que refleja el cierre de explotaciones mineras y la pérdida de puestos de trabajo; y una tercera, que da un paso más en la pérdida de tejido industrial y minero, que mantiene una paulatina pérdida de población en el marco de la actual crisis económica.