DEPORTES Y ESPECTÁCULOS
El siguiente texto está extraído del libro “Noticias históricas sobre Mieres y su concejo” (pp. 233-244), cuyo coordinador es Julio León Costales y que fue editado por el Ayto. de Mieres en 1995.
BOLOS
Al hacer una breve reseña de los juegos o deportes practicados en el concejo, cabe destacar el que tal vez sea el más antiguo y arraigado en nuestro pueblo, como es el de los bolos, el cual se vino practicando tanto en Mieres como en las más apartadas aldeas, habiendo pueblos que contaban con más de una bolera, donde se organizaban partidas, concursos y competiciones con otros grupos de jugadores, a veces de distintos concejos.
Hoy día se ha perdido en su mayoría la práctica de esta modalidad, que antaño congregaba en las boleras a participantes y espectadores, particularmente en las tardes apacibles, siendo lugar de cita y esparcimiento, donde se cruzaban apuestas a favor de unos u otros jugadores. Veladas que se prolongaban hasta el anochecer, mientras la sidra cantaba en el borde de los vasos, como se escuchaba cantar el valor de las jugadas en alta voz, tal era la costumbre.
Otras formas de vivir y divertimento, fueron arrinconando un juego autóctono, que a pesar de todo se resiste a morir, y todavía pueden verse algunas de estas canchas donde se siguen celebrando partidas y competiciones, generalmente entre equipos federados.
Cabe destacar aquí el historial de algunas peñas bolísticas que contribuyeron a difundir el juego de los bolos, con intercambios a nivel provincial, como la «Alegría», de Figaredo, creada en 1963, contando entre sus instalaciones con bolera cubierta. Perteneciente a la Federación Asturiana de Bolos, llegan a tener cuatro equipos en otras tantas categorías, consiguiendo dos campeonatos nacionales, el primero en 1964. Pepín de Cenera e Isidro fueron los vencedores. En aquella bolera se celebró el primer campeonato regional infantil, del que salieron notables jugadores. Peña que llegó contar con 976 socios, hoy desaparecida.
Otra veterana sociedad es la «Peña Bolístíca Turonesa», fundada en 1962, la cual sigue manteniendo sus actividades y afición, con el respaldo de sus 300 socios, habiendo salido de ella sobresalientes jugadores dentro de la provincia. En su bolera cubierta se vienen celebrando concursos provinciales y nacionales, siendo en la actualidad la más importante del concejo.
En Mieres, coincidiendo con la celebración del «Día de Asturias», que tuvo por sede a esta villa el 8 de septiembre de 1986, se inauguró una bolera cubierta próxima a la piscina municipal, en la cual se viene practicando esta modalidad por aficionados locales.
FÚTBOL
Comenzó a practicarse por equipos de aficionados a principios de siglo, no tardando en hacerse popular su práctica en todo el concejo. Primero en Mieres y después en todos los lugares donde se habilitaban campos para el desarrollo de aquella actividad deportiva. En los pueblos, los mismos jugadores tenían que pagar sus cuotas para la compra de balones, vestuario y otros gastos. Los domingos por la tarde se celebraban emocionantes encuentros contra equipos de otras localidades, que congregaban a un gran número de aficionados, hombres, mujeres y niños de las localidades próximas, o seguidores del equipo visitante, que acompañaban a sus jugadores, a veces caminando varios kilómetros.
A la hora convenida, allí estaban los hombres dispuestos a defender los colores del equipo, a veces tras haber madrugado a las faenas de la siega y regresar casi con el tiempo justo de vestir el uniforme. La afición era grande y todo quedaba compensado con el aliento de sus seguidores, haciendo honor con su entrega y ganas de triunfar en la noble lucha deportiva.
Nunca se escribirá el historial de tantos equipos modestos de nuestras aldeas y del apoyo material y moral recibido de los aficionados. Quede aquí el reconocimiento y homenaje para todos ellos.
Caudal Deportivo
En Mieres llegaron a formarse equipos en sus barrios más importantes. El primero que existió en nuestra villa se denominó «El Sporting de Mieres», fundado en 1914, desapareciendo en 1918. Ese mismo año nacía el «Rácing Club de Mieres», por iniciativa de tres jóvenes estudiantes: Joaquín Antuña, Luis Santiago Álvarez Casal y Jerónimo Ibrán, a los que se unieron después otros.
Con la ayuda de «Fábrica de Mieres», se inaugura el 15 de julio de 1919, el famoso campo de «El Batán», ya que el anterior había sido destruido por una riada.
Él año 1919 marcó una época gloriosa ganando casi todos los partidos. En el año 1921 el Rácing está considerado como uno de los conjuntos más potentes de España.
Finalizada la guerra civil se vuelve a reorganizar el Rácing. Necesitando la empresa «Fábrica de Mieres» los terrenos del campo «El Batán» para sus instalaciones, se construye en el barrio de la villa el campo «Las Moreras», que se inaugura el 27 de septiembre de 1940.
Con fecha 3 de enero de 1941 se acuerda que el Rácing pase a llamarse «Caudal Deportivo de Mie/es», ascendiendo a la tercera división en la temporada 45-46. Proclamado campeón en la temporada 50-51, juega la liguilla consiguiendo el ascenso a la segunda división.
En esta liguilla hay que destacar un hecho excepcional. Jugando frente al Tarrasa en tierras catalanas, al finalizar el primer tiempo, perdía el Caudal por 4 a 0. Cuando ya iban transcurridos 24 minutos del segundo período, continuaba el mismo resultado, pero en una impresionante reacción del Caudal, logra remontar el tanteo adverso, venciendo por 5-4 al equipo local.
En la temporada 51-52, ya en segunda división, se inaugura el nuevo Estadio municipal, que pasaría a denominarse «Hermanos Antuña», por acuerdo pleno de 9 junio 1964, en homenaje a Joaquín y Ramón Antuña; el primero fundador y jugador del Rácing; el segundo, jugador, directivo, y más tarde presidente durante 19 años, primero del Rácing y después del Caudal.
En la temporada 55-56, consiguió su mejor clasificación, obteniendo el cuarto puesto, militando en dicha categoría equipos como el Gijón, Oviedo, Osasuna, Zaragoza, Santander, Sabadell y otros. En esta temporada venció por 3-2 al Oviedo, tras un partido memorable celebrado en Mieres, que el Caudal perdía 0-2 al descanso, remontando la diferencia en el segundo tiempo, con el mayor lleno de la historia en el campo.
En la recién finalizada temporada 86-87, el Caudal ocupó el primer puesto de la clasificación de forma ininterrumpida, en la que sólo perdió tres partidos, habiéndose proclamado campeón y ascendiendo a la segunda división B.
Deportivo Turón
Otro de los equipos históricos es el Club Deportivo Turón, fundado por el Hermano Gabriel el día 18 de Octubre de 1925, y que el año 1975 celebró sus bodas de oro, habiendo dado a lo largo de su historia tardes gloriosas a los aficionados en las diferentes categorías en que militó. Hace 60 años, en el lugar en que hoy se halla enclavado el barrio de San Francisco, existía un gran campo llamado Llana del Palacio, donde primeramente con pelotas y más tarde con balones, se dieron en Turón los primeros pasos hacia el fútbol. Se forma entonces una sociedad titulada <<Turón Football Club>>, que consigue, en su corta actuación, numerosos triunfos, quedando finalista en un torneo de equipos no federados, celebrado en Mieres. Años más tarde corría el año 25, y la afición al fútbol se iba adueñando poco a poco de Asturias, vuelven a reunirse aquellos primeros pioneros futbolísticos turoneses, esta vez convocados por el Hermano Gabriel, profesor del Colegio La Salle y gran amante de la cultura física. De esta iniciativa y convocatoria del Hermano Gabriel, que asume la presidencia de la Comisión organizadora correspondiente, nace el Club Deportivo Turón, inscribiéndose ya los primeros socios y jugando el equipo, pocas fechas después y bajo la dirección de la citada Comisión, varios encuentros con la disputa de trofeos donados por varios industriales.
CICLISMO
Para buscar las raíces de la afición ciclista en Mieres, hay que remontarse a los años diez, fecha en la que comenzaron a celebrarse algunas modestas carreras de aficionados locales. Aquellos corredores tuvieron más tarde sus reuniones en el garaje del gran entusiasta don Joaquín Tuñón, donde el año 1927, deciden la fundación del «Club ciclista mierense», siendo nombrado presidente a otro amante de las cosas del pedal, don Cecilio García Losa, uno de los grandes impulsores en nuestra villa de este bello deporte.
A partir de aquella fecha comienzan a realizar carreras y excursiones, dándose a conocer en las principales localidades de la provincia.
La década de los años cuarenta marcó un hito en el despertar de una afición multitudinaria que acudía a presenciar aquellos memorables circuitos ciclistas, consistentes en treinta vueltas al circuito urbano de Mieres, a cuya cita acudían los más importantes corredores de aquellos días.
Las fechas coincidían con los festejos de San Juan, siendo uno de los principales atractivos de las mismas. También se llegaron a celebrar carreras de motos que alcanzaron gran popularidad en nuestra villa.
Era tal el prestigio que Mieres había alcanzado en materia ciclista dentro de la provincia y fuera de ella, que a esta localidad y a su Club se concede la organización de la Vuelta Ciclista a Asturias, que con éxito creciente se lleva a cabo desde el año 1952 al 57, ya integrados en Educación y Descanso, donde una serie de buenos colaboradores, hacen posible una organización perfecta, en unos finales de etapa que eran toda una fiesta con sus adornos florales, grupos folclóricos, etc. Aquí comenzó a participar aquel extraordinario corredor que fue Bahamontes, tomando cariño a esta villa y a sus gentes por las atenciones recibidas.
El año 1959 se celebra en el Estadio municipal del Batán una reunión ciclista donde acuden los mejores especialistas del mundo, como Bahamontes, reciente ganador de la Vuelta a Francia, Gaul, Anquetil, Timoner y muchos otros. En años posteriores Mieres, fue sede de dos finales de etapa en la Vuelta a España, como homenaje a su afición e historial ciclista.
La continuidad de estas actividades quedaba asegurada con la fundación de la «Peña Ciclista Trapiello» en el año 1953, siendo nombrado presidente de la misma don Laudelino Rodríguez, quien permanece hasta el año 1969 en que tómala presidencia don Florentino Fernández Llorente, el popular «Florín».
La «Vuelta a los Valles Mineros» es una iniciativa de esta agrupación, de la que se llevan organizadas 23 ediciones, cinco con Laudelino al frente y 18 bajo la presidencia de Florín, un nombre casi legendario como lo fuera Cilio Losa. Tiene esta competición carácter internacional, y es una de las clásicas carreras por etapas dentro del calendario ciclista nacional. Asimismo se organizan carreras de aficionados, juveniles y alevines que son la base para el mantenimiento de la tradición ciclista mierense.
Como prueba de la capacidad de organización e historial ininterrumpido de éxitos, a esta Peña se concede la oportunidad de organizar los LXXIII Campeonatos de España de Fondo en Carretera, que tienen lugar en Mieres el día 23 de junio de 1974, en los que resultó vencedor el asturiano Vicente López Carril.
Otra veterana agrupación es el «Club Ciclista de Figaredo», fundado el año 1960, teniendo como actividades la organización de cuatro carreras anuales. Tiene 500 socios y cuenta con local social y biblioteca, celebran asimismo concursos de rana, petanca, campeonatos de mus y tute.
NATACIÓN
La práctica de esta modalidad deportiva es relativamente moderna en este concejo, desde que en el año 1950 tiene lugar la inauguración de la piscina cubierta y climatizada de Mieres, con unas dimensiones de 12 x 25 metros. Aquellas instalaciones vinieron a ser una de las mejores de España en su género, y en las que comenzaron a celebrarse cursillos de natación y competiciones a nivel regional y nacional, como los Campeonatos de España de Educación y Descanso. Campeonatos de España Universitarios. Campeonatos de Castilla, de Asturias, etc.
Uno de los sobresalientes nadadores formado en esta piscina fue el turones José Vitos Natal, quién, en el año 1957 cruza a nado el Estrecho de Gibraltar en 5 horas, 28 minutos. Al año siguiente realiza la proeza deportiva de cruzar asimismo el Canal de la Mancha, desde Cabo Gris Netz a Dover, en 15 horas, 11 minutos. Hoy día sigue ligado a la natación como entrenador nacional.
Aquella piscina que permaneció los últimos años en total abandono, hoy se halla en obras de acondicionamiento, esperándose que este mismo año pueda reinaugurarse con unas instalaciones totalmente puestas al día.
Veinte años iban a transcurrir hasta que se inaugurase otra piscina en el concejo de Mieres, hecho que tuvo lugar en 1970 en la apartada aldea de Paxío, merced al entusiasmo de sus vecinos que lograron las subvenciones precisas para llevar a cabo el proyecto, a cargo de los organismos provinciales o nacionales correspondientes.
Nueve años después de esta fecha, el 18 de agosto de 1979, se inaugura la piscina que en Turón construye la asociación «Mejoras del Valle», en la que se vienen celebrando desde aquel mismo año diversos cursillos y competiciones a nivel regional.
Tres años más tarde, en junio de 1982, quedan inauguradas las instalaciones de la piscina municipal de Mieres, sitas en Vega de Arriba. Al igual que en Turón, cuenta con piscina infantil y se celebran cursillos de natación.
HOCKEY SOBRE PATINES
La fundación del Club Patín Fabrimieres, tuvo lugar en julio de 1955 bajo el patrocinio de Fábrica de Mieres, al hacerse ésta cargo de aquella actividades procedente de la Organización Sindical.
Con la retirada de subvenciones y ayudas económicas por parte de la empresa citada, el Club continúa por sus derroteros con el nombre de Club Patín Mieres. Ocurría esto en 1962.
Hasta 1971 prosigue la lucha de este Club que se hace popular en Mieres, con la ayuda y aportaciones de socios y otras, logrando mantener sus dos equipos, formando una secciones de baloncesto y natación. Esta última duraría tres temporadas, ante la dificultad de utilizar la piscina cubierta de Mieres.
El baloncesto duró algunas temporadas más, pero al final también hubo de cesar sus actividades por falta de recursos para desplazarse a diversas ciudades españolas.
En este periodo de tiempo desde el 62 al 71, el club negrillo pasa por el trance de ver su pista de juego al serle prohibida por el Instituto de Enseñanza Media su participación en la misma, a pesar de haberla construido Fábrica de Mieres. El alcalde de Mieres manda construir una nueva cancha, que es la actual convertida en pabellón cubierto.
Entra en una nueva etapa de 1971 en la que por falta de recursos está abocado a desaparecer, llegando su salvación con la firma Kiber que patrocina el equipo durante siete temporadas, hasta la 78-79, en que también Kiber se deshace del club. Esta ha sido su etapa más gloriosa y de éxitos deportivos conseguidos en este periodo, logrando el acenso a la división de honor del hockey español, pasando durante algunas temporadas por Mieres, los principales equipos de España y del mundo. Con la ayuda de la Delegación Nacional de Deportes, se construye sobre la pista municipal lo que hoy es pabellón deportivo, que en 1976 se llamaría oficialmente <<Visiola Rollán>>, como homenaje y distinción al primer presidente del Club y que sigue siendo en la actualidad.
A partir de 1979, entra en su cuarta etapa y vuelve a llamarse Club Patín Mieres, por falta de una firma patrocinadora. De ahí que el equipo vaya decayendo, encontrándose ahora en la segunda división, manteniendo sin embargo ocho equipos: uno en segunda división, júnior, juveniles, alevines, y dos en infantiles y benjamines, salidos de su <<fábrica>> de jugadores cual es la escuela de patinaje del club que está en el mejor momento de intenso trabajo como jamás ejerció a lo largo de sus 32 años de historial. Tras el Caudal Deportivo, es la sociedad deportiva más veterana de nuestra villa, dirigida por el mismo presidente de siempre y con un equipo de directivos que son el orgullo del club, como los siete entrenadores, de los cuales seis, salieron como antiguos jugadores.
Esta es a grandes rasgos la historia de un club que supo de triunfos y derrotas en sus confrontaciones en España y el extranjero. De tener en sus filas y haber salido de ellas a dos jugadores internacionales. De haber pasado por el mismo, más de cuatrocientos deportistas y de seguir vistiendo con el mayor orgullo, los negros colores del carbón de nuestra cuenca.
LA FIESTA DE LOS TOROS
La afición de los mierenses a las corridas de toros comenzó a manifestarse en los primeros años del siglo actual, tal vez con la llegada a estas tierras de los numerosos obreros procedentes de otros lugares de España, que acompañados de sus familias acudían a trabajar en la industria metalúrgica y minera, creando un ambiente propicio al espectáculo taurino.
Por aquellos años comenzaron a organizarse memorables becerradas y novilladas que hacían las delicias de los aficionados que llenaban las plazas durante las fiestas de San Juan, San Pedro o el Carmen de la Villa.
La primera referencia que consta en los archivos municipales, data del día 20 de Junio de 1904. En aquella comisión de festejos de San Juan, invita al alcalde y concejales «a las corridas de toros que tendrán lugar los días 24 y 26 {si el tiempo lo permite), pudiendo tomar asiento dichos Sres. Concejales en el mismo local que V. tiene destinado como presidente».
Las plazas se instalaban en diferentes lugares, como en el solar del mercado de abastos; la Granxa; junto a la estación del Vasco; el Batán; en el solar del parque; las Moreras; el matadero; en Arroxo; en la calle Gijón y próximo a la nueva estación del FEVE.
Desde siempre hubo personas o entidades contrarias a la fiesta de los toros, caso que también se dio en nuestra villa a tenor de una circular que los miembros de una agrupación mierense envían a la opinión pública, de la que dice un fragmento: «La Comisión organizadora de las fiestas de San Juan, ha ordenado construir una provisional plaza de Toros para dar dos corridas de novillos durante estos días. »
¡Que contraste! Mientras se derriba el «Salón Variedades», en cuyo local se rendía culto a Talía, se construye una Plaza de Toros en donde podrán expansionar su espíritu las personas de sentimientos depravados y los aficionados a la chulapería».
Nada ni nadie pudo impedir que aquella afición se propagase cada año con renovado entusiasmo, haciendo que el espectáculo fuese uno de los más admirados dentro del programa de fiestas, cuyas corridas eran amenizadas por la Banda de Música de Mieres.
También a ese respecto hubo sus polémicas, como la suscitada por los que se oponían a que la citada agrupación musical actuase en el coso taurino. Fechado el once de junio de 1904, varios concejales envían un escrito al ayuntamiento, que dice: «Los concejales que suscriben, sabiendo por referencias que la Banda municipal de música está contratada para amenizar en los días 24 y 26 del corriente mes, el inculto e inhumano espectáculo taurino, y teniendo en cuenta que la Banda municipal es para recreo del público en general proponen:
Que en los citados días la Banda toque de cuatro a siete de la tarde, en el kiosco situado en la Pasera.
En los citados días no se trabaja, y son muchas las personas que no asisten a los toros, por considerarlos un espectáculo salvaje, y también son numerosos.
Los vecinos que no van al circo taurino por no disponer de la crecida cantidad que cuesta cada entrada.
Por estas razones creemos que la Banda de música debe, como es de justicia, dar esas tardes audiciones de música para recreo y solaz del numeroso vecindario que en esos días paseará por las calles de esta villa.
Contra viento y marea, las corridas de toros siguieron ganando adeptos que acudían a presenciar las actuaciones de toreros como Pasmo de Triana, el entonces famoso Juan Belmonte, Antonio Lobo «Lobito», Femando la Venta «El Gallo», Femando Rosales, «Rosalito», El Carbonero Mariano Macrino, «Montes II» y tantos otros. Más recientemente figuraron en el cartel Victoriano Valencia, Joaquín Bernadó, Antonio de Jesús, Josechu Pérez de Mendoza, Peralta, Posada, etc.
«Antiguamente hubo una escuela taurina en Mieres regida por aquellos famosos aficionados como eran el «Gan», Celestino García «Achicoria» y Ezequiel Suárez «Quinito». De ella salieron «maestros» como Manuel Villada, Tino, Ezequiel, Vaor, G. Delgado, Felipe, Morenito, Natalio, Manolín, Federico Molina y una lista que se haría interminable».
Evolucionan las costumbres, se desvanecen las tradiciones, cambiando las diversiones y aficiones de los pueblos, y asila fiesta de los toros desapareció del calendario festivo mierense, pudiendo asegurarse no obstante, que aquellos eran unos festejos donde la diversión llegaba a niños, jóvenes y mayores, con una taquilla al alcance de cualquier bolsillo.
Otros espectáculos que tuvieron o tienen por sede a Mieres fueron los concursos hípicos celebrados en Las Moreras en junio de 1956, y el que tuvo lugar en Vega de Arriba en junio de 1982.
El año 1976 se inicia el primer descenso en piragua de los ríos Aller y Caudal, con salida de Moreda y meta bajo el puente de la Perra, cuya competición tiene lugar durante las fiestas de San Juan.
El baloncesto, fútbol sala, petanca y otros van teniendo muchos participantes en las diferentes localidades del concejo, pero queden aquí reseñados especialmente aquellos cuya evolución a través de los años tuvieron un marcado carácter popular.