El pasado más remoto


Hay un punto en que el patrimonio y la naturaleza se encuentran en armonía, donde la cultura humana se entremezcla con el paisaje de manera grata para el visitante.

Los variados vestigios arqueológicos que jalonan las faldas de los valles, como los caminos primitivos (grandes vías como el Camino de Santiago y la Ruta de la Plata o los caminos reales y las pequeñas sendas) o los castros más o menos visibles, denotan que este territorio arisco y fértil atrajo a comunidades de las que hoy ya sólo conservamos piedras o nombres de lugares, aún cargados de significado y valor.